¡Hola a todas y a
todos!
En esta última
entrada de la materia «As Linguas Estranxeiras
no Contexto Nacional e Internacional» voy
a presentar el diario y el dosier del tema 8 de manera conjunta, ya que haré
referencia a algunas de las exposiciones que se llevaron a cabo en el aula ante
el resto de los compañeros y compañeras. Estas presentaciones trataron temas
diversos como, por ejemplo, el tipo de ayudas y becas existentes en España para
el aprendizaje de una lengua extranjera, las ayudas comunitarias, el
aprendizaje de lenguas extranjeras en algunos países como Japón o Irlanda o los
diferentes métodos que se han empleado en el pasado y en el presente en la enseñanza-aprendizaje
de idiomas. Cada exposición debía durar, como máximo, quince minutos
e iba seguida de una ronda de preguntas por parte del alumnado a la persona que
estaba exponiendo que, a su vez, se había apoyado en una presentación de
diapositivas para facilitar el seguimiento de los contenidos al resto de la
clase. Debo destacar que, en general, todas las exposiciones me
resultaron interesantes y que mis compañeras y compañeros realizaron un gran
trabajo. Sin embargo, al haber un máximo de extensión a la hora de realizar la
entrada, debo escoger y comentar solo algunas de ellas. Por ello, haré
referencia a las que hablaron sobre el sistema de enseñanza de lenguas
extranjeras en otros países, concretamente, Japón, Suiza e Irlanda.
En primer lugar, comenzaré por Japón, ya que es el sistema
más desconocido para mí. En este país, presentado por mi compañero Jesús Louro, el idioma extranjero más estudiado es el
inglés, situándose el español en sexto lugar. Ya desde Primaria se estudia el
idioma a través de Actividades en Lengua Extranjera para, posteriormente,
seguir con su aprendizaje hasta los 18 años. Sin embargo, es un método en el
que traducir y memorizar estructuras se prioriza frente al uso del idioma en
contexto reales. Esto lleva a que el nivel de inglés de la población sea bajo,
inferior al nivel de enseñanza recibida en otras materias, algo bastante
sorprendente en un sistema tan rígido como el japonés, donde se busca la
perfección. Los motivos son variados, entre otros por el tradicional
aislacionismo del archipiélago, la implantación del inglés en los centros de
enseñanza tras la II Guerra Mundial y el hecho de que el principal interés para
el aprendizaje de idiomas sea puramente comercial.
En cuanto al sistema de enseñanza de Suiza, país cuyas
lenguas oficiales son el alemán, francés, italiano y romanche, el aprendizaje
de una primera lengua extranjera comienza a los seis años y de una segunda
lengua extranjera a los ocho años. Como expuso mi compañera Raquel Paz, la elección de las lenguas que se van a
enseñar en cada uno de los cantones en los que se organiza Suiza va a depender
siempre de la lengua o lenguas oficiales de dicho cantón. Así, en Romandía
(zona francófona) se imparte como primera lengua el alemán y como segunda el
inglés; en la Suiza alemana (zona germanófona) se estudia, según el cantón, el
francés, inglés o alemán; y en el Cantón de Grisones, una de las lenguas del
cantón (alemán, italiano, romanche) más el inglés. En este sistema, se prima la
comunicación oral y escrita. Sin embargo, resulta llamativo que el nivel que el
alumnado consigue en la primera lengua es bajo si se compara con la cantidad de
horas dedicadas a su enseñanza.
Otro de los sistemas educativos, del que habló mi compañera Alba López en las exposiciones, es el irlandés. En este país la enseñanza de los idiomas se
centra en el inglés y el irlandés, que son las lenguas oficiales. No obstante, no
existe una oferta para el aprendizaje de una segunda lengua extranjera en
Primaria, pero sí en Secundaria, aunque es una materia optativa. Las lenguas
que se suelen enseñar son el francés, alemán, español e italiano, siendo menos
comunes el ruso, japonés y árabe. Los desafíos a los que se enfrenta el sistema
educativo irlandés respecto a la enseñanza-aprendizaje de las lenguas
extranjeras son: la idea de que aprender un idioma es difícil, la falta de
percepción de las oportunidades que ofrece el conocimiento de otras lenguas
diferentes a la propia, la escasez de docentes cualificados y, por último, la necesidad
de una oferta educativa vinculada a la enseñanza de las lenguas más amplia.
Por tanto, como se puede observar, la manera de abordar
el aprendizaje de idiomas por parte de los sistemas educativos de los
diferentes países varía, dependiendo principalmente, de la percepción que se
tenga de la necesidad de aprender otros idiomas diferentes al propio. Todos estos
sistemas tienen sus ventajas, pero también presentan múltiples problemas que se
deberían subsanar para poder conseguir un aprendizaje de un primer o segundo
idioma extranjero de manera satisfactoria. Esto se debería tener en cuenta
para, en mi opinión, adoptar aquellos aspectos que se ha comprobado que son
efectivos e introducirlos en nuestro sistema educativo con el fin de mejorar el
aprendizaje de un idioma extranjero en las aulas, sobre todo, teniendo en
cuenta que en nuestro país siempre ha sido una asignatura pendiente que el
alumnado salga con un buen nivel de inglés y de otros idiomas impartidos en los
centros de enseñanza. En un mundo globalizado, manejar con soltura el inglés es
extremadamente necesario, pero conocer otros idiomas también ayuda a poder
desarrollar un buen perfil social y profesional. Y, por último y, quizá lo más
importante, el aprendizaje de idiomas desempeña un papel fundamental para poder
ser tolerantes con los demás, respetar otras culturas y realidades y poder
ampliar nuestros horizontes y nuestras perspectivas de vida.
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