¡Hola
de nuevo!
Hoy
os presento una entrada que está vinculada a la sesión del tema 2 que vimos en
clase acerca del Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas. Voy a
referirme, específicamente, a la posibilidad que se recoge en la ley de enseñar
materias en una lengua extranjera, aspecto al que haré referencia más en
profundidad en la entrada a la que voy dedicar el tema 3.
No sé si sabéis que, al menos en Galicia,
los docentes que quieren impartir una materia en una lengua diferente al
gallego o castellano necesitan poseer un nivel B2 para poder llevarlo a cabo.
No me refiero a dar una primera lengua extranjera o una segunda, sino a esas materias
obligatorias tanto del campo de las humanidades como de las ciencias que todos
los alumnos y alumnas deben recibir. La decisión de dar materias en otras
lenguas la toma siempre la dirección del centro y eso permite que dichos
espacios educativos obtengan la acreditación de centros plurilingües. De hecho,
cuando alguien que oposita se encuentra en las listas de sustitución de la
Xunta, puede pedir que se le incluyan las lenguas en las que tiene la
acreditación, mínimo un B2, con las que dar clase.
El B2 es, según el Marco Común de Referencia, un nivel intermedio-alto, por lo que el que lo posea «es capaz de entender las
ideas principales de textos complejos que traten de temas tanto concretos como
abstractos, incluso si son de carácter técnico, siempre que estén dentro de su
campo de especialización. Puede relacionarse con hablantes nativos con un grado
suficiente de fluidez y naturalidad, de modo que la comunicación se realice sin
esfuerzo por parte de los interlocutores. Puede producir textos claros y
detallados sobre temas diversos, así como defender un punto de vista sobre
temas generales, indicando los pros y los contras de las distintas opciones».
Mi
pregunta es: ¿realmente un docente tiene la capacidad de poder dar su materia
en otra lengua solo con tener ese título que le pide la administración? Es
decir, para poder enseñar a los alumnos y alumnas esa asignatura ha tenido que
aprobar una licenciatura o grado y, en el caso de dar clase en los institutos y
ser titular de la plaza, una oposición. Por tanto, sus conocimientos deberían
ser lo suficientemente amplios como para tener múltiples herramientas con las
que enseñar su materia, al fin y al cabo, es especialista en ella. Sin embargo,
una serie de cursos en los que se exige mucho menos que en una carrera y en los
que no se incluye una parte específica vinculada a su materia y a los
tecnicismos necesarios, acredita a una persona a emplear una tercera lengua
para impartir clase y examinar en dicho idioma. Me parece que es, sin duda, una
capacitación insuficiente para poder dar clase. No creo que mucha gente pueda
dar Tecnología, Biología y Geología, Ciencias Sociales, Física o Química, etc.,
en un idioma que no es el materno, ya que se necesita una gran soltura para
hacerlo. Al menos, si solo se va a pedir un B2 para poder desempeñar dicho
trabajo, lo mínimo, en mi opinión, es que se recibieran cursos específicos con
el vocabulario y los tecnicismos que requieren la materia a impartir, además de
tener que reciclarse de manera constante.
Quizás
por mi formación es por lo que no veo demasiado adecuado este tipo de enseñanza
plurilingüe, puesto que no veo suficiente lo exigido para ello. Tampoco creo
que sea una moda, la verdad, los objetivos de la Unión Europea y la pertenencia
a un mundo globalizado hacen que cada vez se insista más en el plurilingüismo,
aunque no sé si esta es la mejor manera de llevarlo a cabo.
Al final, no creo que el profesorado que está impartiendo clase en un idioma que no es el materno se sienta con la suficiente comodidad en un aula ni que cuente con los recursos necesarios para llevarlo a cabo de una manera satisfactoria. Asimismo, no tengo muy claro si el nivel del alumnado en ese idioma extranjero mejora de una manera notable o simplemente la asignatura le resulta igual de complicada que si la hubiera aprendido en su propio idioma o incluso más.
Al final, no creo que el profesorado que está impartiendo clase en un idioma que no es el materno se sienta con la suficiente comodidad en un aula ni que cuente con los recursos necesarios para llevarlo a cabo de una manera satisfactoria. Asimismo, no tengo muy claro si el nivel del alumnado en ese idioma extranjero mejora de una manera notable o simplemente la asignatura le resulta igual de complicada que si la hubiera aprendido en su propio idioma o incluso más.
¿Qué
pensáis sobre ello? ¿Consideráis que un nivel B2 es realmente suficiente como
para dar clase? ¿O pensáis que se necesitaría más nivel u otro tipo de
formación para impartir una materia en una lengua extranjera?
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